Las abejas no solo son esenciales para la polinización de cultivos y flores silvestres, sino que también poseen una biología fascinante. ¿Sabías que tienen dos estómagos? En este artículo te explicamos por qué, para qué sirven y qué impacto tienen en el ecosistema y en la producción de miel.
¿Cuáles son los dos estómagos de las abejas?
Las abejas melíferas (Apis mellifera) poseen dos estómagos con funciones bien diferenciadas:
- El estómago de la miel (o buche melario):
- Es un órgano especializado donde la abeja almacena el néctar recolectado de las flores.
- No se utiliza para su nutrición directa.
- Funciona como una «mochila líquida» que transporta el néctar hasta la colmena.
- El estómago digestivo (o intestino medio):
- Es donde se digiere el alimento real que necesita la abeja para vivir.
- Aquí se procesan carbohidratos, proteínas y otros nutrientes.

¿Cómo funciona el proceso de recolección y digestión?
Cuando una abeja liba néctar:
- El líquido entra primero al estómago de la miel, donde se mezcla con enzimas como la invertasa.
- Una vez de regreso a la colmena, regurgita el néctar y lo transfiere a otra abeja obrera (trophallaxis).
- Finalmente, se almacena en las celdas de cera, donde el néctar se transforma en miel.
El alimento destinado a su nutrición va directamente a su estómago digestivo.
¿Por qué es importante esta doble función?
La existencia de dos estómagos optimiza el rol ecológico de las abejas:
- Polinización eficiente: mientras recolectan néctar, transfieren polen entre flores, ayudando a la reproducción de plantas.
- Producción de miel: el proceso comienza en el estómago melario y culmina con la deshidratación del néctar en la colmena.
- Sostenibilidad energética: las abejas consumen parte del néctar como energía durante el vuelo, sin comprometer la carga destinada a la colmena.
Datos curiosos y científicos
- Una abeja puede almacenar hasta 70 mg de néctar en su estómago melario.
- El néctar se reduce en un 80% para transformarse en miel.
- Las enzimas producidas por las abejas ayudan a prevenir el crecimiento bacteriano en la miel.
- Su estómago de la miel tiene válvulas unidireccionales, evitando que el néctar contamine el sistema digestivo.