En varias regiones de África, el crecimiento agrícola invade el hábitat natural de los elefantes, aumentando los conflictos entre humanos y estos animales. Para combatir este problema, científicos y comunidades en Kenia han adoptado una solución innovadora y natural: cercas hechas con colmenas de abejas.
¿Por qué las abejas?
Los elefantes temen a las abejas porque sus picaduras pueden causarles dolorosas heridas en zonas sensibles. Esta fobia natural fue aprovechada por expertos de la organización Save the Elephants, quienes validaron científicamente que los elefantes evitan las áreas con colmenas activas. Inspirados en relatos tradicionales, los investigadores instalaron estas «vallas vivas» alrededor de cultivos vulnerables.
Funcionamiento de las cercas de colmenas:
Estas estructuras intercalan colmenas reales con imitaciones visuales cada 10 metros, lo que reduce costos y engaña a los elefantes. Además, las abejas africanas son atraídas naturalmente con cera y aceite de hierba de limón. Esta estrategia no solo protege los cultivos, sino que también brinda un ingreso extra a las comunidades mediante la venta de miel.
Impacto positivo en las comunidades locales:
Los agricultores, como Emmanuel Mwamba, han pasado de ser víctimas del conflicto a convertirse en defensores y promotores del sistema. Las mujeres, quienes suelen estar en la primera línea del conflicto con los elefantes, también han visto mejoras en seguridad y calidad de vida.
Resultados y desafíos:
Estudios de largo plazo demostraron que las vallas de colmenas disuadieron al 75% de los elefantes en áreas cercanas al Parque Nacional Tsavo. Sin embargo, factores climáticos como sequías o lluvias intensas pueden afectar a las poblaciones de abejas, reduciendo su efectividad.
Una herramienta prometedora pero no única:
Aunque las cercas de colmenas se han revelado como una alternativa eficaz y sostenible, los expertos coinciden en que deben combinarse con otras estrategias como briquetas de chile o vigilancia activa para lograr una coexistencia pacífica y duradera.
Conclusión optimista:
Actualmente, más de 700 colmenas protegen aldeas en Kenia. Gracias a este sistema, las comunidades viven más seguras y han aprendido a convivir con los elefantes sin poner en riesgo sus medios de vida.